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La riqueza política, económica y cultural del «mundo del caballo» no ha sido tratada con la importancia que se merece. En este segundo congreso -que organizamos conjuntamente Córdoba Ecuestre y el IULCE-UAM- pretendemos llamar la atención sobre otros aspectos distintos a los que ya estudiamos en el congreso anterior, cuyas actas publicadas constituyen la primera monografía de la colección Las caba-llerizas reales y el mundo del caballo que se pone en marcha.11 Las aportaciones del segundo encuentro científico se recogen en es-ta nueva publicación, coeditada por el Instituto Universitario “La Corte en Europa” de la Universidad Autónoma de Madrid y Córdoba Ecuestre. Queremos resaltar la ayuda prestada por Córdoba Ecuestre en la or-ganización y desarrollo del mencionado congreso internacional, así como la difusión que hicieron los medios de comunicación, de manera especial el Diario Córdoba al que agradecemos su interés. La actividad que vienen desarrollando ambas instituciones se en-cuadra dentro del proyecto de investigación europeo (del que Córdoba Ecuestre forma parte, al igual que el IULCE-UAM) «La herencia de los reales sitios. Madrid, de corte a capital (Historia, Patrimonio y Turis-mo)» (H2015/HUM3415) de la Convocatoria de Programas de I+D en Ciencias Sociales y Humanidades 2015 de la Comunidad de Madrid financiado por el Fondo Social Europeo. Texto completo
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Autora: Jesusa Vega González
La mentalidad ilustrada transformó profundamente los gustos y costumbres a partir de la Filosofía del progreso asentada en la Ciencia. España participó de este proceso y a lo largo del siglo XVIII se vivió una internacionalización del pensamiento que trajo consigo la modernización de costumbres y estructuras, especialmente las administrativas, facilitando la evolución de la sociedad. Los españoles tuvieron que asimilar la reclasificación de los saberes y las prácticas a ellos asociadas, especialmente con el desarrollo de la Física -en particular la renovada Óptica- y la naciente Química. Se hizo necesario crear instituciones alternativas y generar espacios de sociabilidad donde era posible simultanear aprendizaje, entretenimiento, admiración y degustación estética; escenarios comunes donde Ciencia y Arte se desenvolvían con naturalidad y contribuían al bien común y la felicidad: Reales Fábricas, Academias, gabinetes, tertulias y demostraciones públicas que concitaron el interés de las gentes y ofrecieron conocimiento y espectáculo. En España, como en el resto de Europa, la Filosofía concebida como sinónimo de Ciencia tenía como objetivo conocer la verdad de la Naturaleza. Por esta razón, Ciencias y Artes fueron actividades interdependientes. Una característica fundamental del pensamiento dieciochesco era que no establecía discriminación entre Arte, Ciencia y Técnica; en el caso español, el atraso con respecto a otros reinos contribuyó poderosamente a vincular los estudios científicos al desarrollo artístico. Las páginas de este libro son un medio para aproximarse a la cultura dieciochesca y su revolución visual. En ese siglo, particularmente en su segunda mitad, se inicia una profunda transformación de la mirada y se configura el observador moderno, que demanda nuevos medios para satisfacer su curiosidad, su deseo de saber y registrar el mundo, es usuario de máquinas e ingenios y activo consumidor de instrumentos y espectáculos visuales. Se han recuperado prácticas y espectáculos donde Arte y Ciencia se fundieron y desarrollaron como consecuencia de la reconversión de la magia natural en ciencia experimental, en conocimiento positivo: la utilización y el disfrute de espejos, instrumentos para la visión asistida, cámaras oscuras, cajones ópticos, microscopios, linternas mágicas, gabinetes de cera, sombras chinescas y fantasmagorías... A través de ingenios y artefactos la Ciencia, el Arte y la Ilusión fueron degustados con fruición y practicados con auténtica fe en el progreso por los ilustrados españoles y, entre todos ellos, hubo uno que además lo registró, Francisco de Goya, verdadera atalaya desde la que es posible aproximarse al advenimiento del mundo moderno.+ información (ediciones Polifemo) =================================== COMPRAR EN POLIFEMO =================================== -
¿Decadencia o Reconfiguración? Las Monarquías de España y Portugal en el cambio de siglo (1640-1724)
A lo largo de los años del cambio de siglo la Monarquía hispana se encontró en una encrucijada: o bien seguir la política hispana de Felipe II (Monarchia Universalis), o asumir los dictados de Roma y subordinarse a su jurisdicción. Felipe III optó por esta segunda opción y el papado le concedió el sobrenombre de “Monarquía Católica”. A partir de entonces, los principios sobre los que la Monarquía hispano-portuguesa proyectó su política y estableció su cultura estuvieron basados en el universalismo de la confesión católica dictados por Roma. Los tratadistas políticos se vieron obligados a reformular una teoría política que defendiera y justificara la subordinación del poder de la Monarquía a Roma, al mismo tiempo que las nuevas Órdenes religiosas “descalzas” catequizaban a la sociedad en una espiritualidad que dependía directamente de Roma. Muy pronto, se demostró que el seguimiento de esta política resultaba contradictorio y perjudicial para el sostenimiento e institucionalización de la Monarquía. El mantenimiento económico de la política católica recayó en la Monarquía (preferentemente en Castilla), que no encontró más recursos que el establecimiento de impuestos y el ahorro en la concesión de mercedes y gratificaciones a sus súbditos. Desde este punto de vista, la llamada decadencia de la Monarquía Católica -durante el reinado de Felipe IV- se caracterizó por una serie de contradicciones. Por lo que respecta a la Monarquía portuguesa también se le planteó un nuevo reto tras la independencia obtenida en la misma época. Los Braganza necesitaban una reconfiguración de su Monarquía para poder subsistir con independencia. Índice Enlace a Polifemo -
La Corte aparece como un espacio central de estudio en el que abordar la alimentación de distintas épocas. Se trata de un objeto de estudio en el que, a partir de la mesa y cocina real, se vislumbran “las necesidades vitales del monarca como persona concreta, donde cuentan cuestiones particulares como su apetito y su gusto”, al mismo tiempo que refleja las necesidades institucionales para reflejar el poder, la riqueza, el prestigio y la gloria de la Monarquía, así como las necesidades del conjunto de la servidumbre real, donde aparecen representadas las más diversas categorías sociales, los más distantes niveles económicos, las más diversas claves políticas y los distintos sentidos culturales. Es decir, la alimentación en el mundo cortesano abarcaba desde cubrir la necesidad vital más estricta hasta el simbolismo político, económico y cultural más elaborado. Esta obra recoge un conjunto de trabajos que revelan que la Corte, como ejemplo y referencia que pretendía ser en todo, se erigió también en la alimentación como síntesis e inspiración de distintas épocas.
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PRESENTACIÓN / Félix Labrador Arroyo y Jorge Pajarín Domínguez GESTIÓN Y PRODUCCIÓN DE LAS HUERTAS DE LA CASA DE CAMPO EN EL SIGLO XVII / Félix Labrador Arroyo À MESA COM AS RAINHAS DE PORTUGAL (SÉCULOS XV-XVIII) / Maria Paula Marçal Lourenço “CILANTROS Y RÁBANOS NO VAN A LA MESA DEL REY”. LAS LEGUMBRES Y LA MESA REGIA EN EL SIGLO XVI EN PORTUGAL / Ana Isabel Buescu LAS LEGUMBRES EN LA COCINA CORTESANA DE LOS AUSTRIAS / María de los Ángeles Pérez Samper LA PRESENCIA DE LAS LEGUMBRES EN LAS MESAS DE LOS BORBONES. UNA APROXIMACIÓN A LA HISTORIA DE LA ALIMENTACIÓN CORTESANA EN ESPAÑA / Natalia González Heras LA ALIMENTACIÓN EN EL REINADO DE FERNANDO VII (1808-1833) / Alejandro Gutiérrez Pacios LA COCINA EN LA ESTRUCTURA DE LA CASA REAL DESDE EL SIGLO XVI HASTA LA REGENCIA DE MARÍA CRISTINA DE BORBÓN (SIGLO XIX) / Cristina Bienvenida Martínez García CRISIS EN LA COCINA DE PALACIO. LOS OFICIOS DE BOCA DURANTE EL REINADO DE FERNANDO VII Y LA REGENCIA DE MARÍA CRISTINA / Jorge Pajarín Domínguez SERVIR LAS REALES MESAS: LA RESTRUCTURACIÓN DE LOS OFICIOS DE BOCA DURANTE REINADO DE ISABEL II / Natalia Teja Reglero Enlace a la editorial. -
AutorManuel Hernández González
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Novedad El conde duque de Olivares es uno de los pocos políticos de la España de los Austrias que aún hoy tiene un lugar en la opinión pública española, y no bueno. Acusado de ser el causante de la decadencia de España, de arruinar al país en una loca carrera imperial absurda y megalomaníaca, de destruir las libertades de los pueblos imponiendo a sangre y fuego el centralismo su figura no ha salido bien parada en la pluma de los historiadores. Este libro no pretende en modo alguno reivindicar su figura, sino proponer a través de testimonios sobre su comportamiento y actitudes, tanto propios como de sus contemporáneos, lacomprensión de una cultura política dirigente, representada por un hombre que tuvo sobre sus espaldas grandes responsabilidades de gobierno. A través de él proponemos no caer en el engaño de los prejuicios, lo irracional o lo desmesurado limitándonos a mostrar las ideas, las creencias y las esperanzas de quien tenía en su mano el gobierno de una Monarquía de tales dimensiones que era casi como cargar con el gobierno del mundo. Índice e introducción Enlace a Polifemo.
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Quién fue Lope García de Castro? ¿Cuál fue su poder en los Andes en el siglo XVI? ¿Fueron los corregidores de indios que él creó las figuras cercanas al rey en los Andes? El presente libro de Javier Robles estudia la calidad regia del corregidor y el poder que ostentaba, con el fin de entender el funcionamiento de las redes de patronazgo y clientelismo. En ese sentido, el autor se aproximará a entender las influencias del sistema cortesano en la práctica política de los magistrados durante el siglo XVI. Así, el autor busca desarrollar su tesis central: el concepto del magistrado como representación del rey en los Andes. Por otra parte, estos aconteci- mientos deducirán una segunda lección: los discursos, símbolos, ceremo- niales y rituales fueron mecanismos de poder que utilizó el corregidor para representar al monarca. En ese sentido, el autor analiza cómo dicha cultura política repercutió en la autoridad que mostraba ante las elites de una sociedad sometida, de modo que favoreció las relaciones de patronazgo y clientelismo con las elites indígenas.Ganadora del primer lugar de la beca del Fondo de Promoción de Tesis de Pregrado en Historia por el Vicerrectorado de Investigación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
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Autores: Martínez Millán, José Rivero Rodríguez, Manuel Gijs Versteegen
Las distintas confesiones surgidas en el siglo XVI (catolicismo, luteranismo, calvinismo) se han estudiado como formaciones uniformes que resultan útiles para explicar el proceso de confesionalización de las Monarquías europeas. No obstante, una investigación minuciosa demuestra que existieron distintas corrientes espirituales dentro de la ortodoxia de cada confesión, apoyadas por partidos o grupos políticos que, a su vez, justificaban la práctica política de sus respectivas Monarquías; los ejemplos son numerosos: las facciones “albista” y “ebolista” en la Monarquía hispana defendían dos modelos de organización política y se apoyaban en sendas prácticas religiosas; el “partido español” en la Corte de Luis XIII conectaba con tendencias espirituales místicas y se oponía a los valores políticos y religiosos de Richelieu; en la Curia de Roma, los cardenales formaban partidos o tendencias que defendían modos diferentes de entender la espiritualidad. Igual sucedía entre luteranos y calvinistas: la pugna entre “arminianos” y “gomaristas” en los Países Bajos, o las tendencias puritana y presbiteriana en Inglaterra, etc. Asimismo, las Órdenes religiosas se identificaron con las distintas tendencias y tuvieron valedores, no solo en las Cortes de cada Monarquía, sino también en Roma. Las vías para estudiar tales influencias y relaciones son múltiples: en primer lugar, la Capilla Real (estructuras, oficiales o sermones que en ella se pronunciaban, así como la evolución del estilo y contenido de la música), y también a través de las corrientes espirituales y Órdenes religiosas que había en la Corte; con frecuencia, sus miembros escriben los libros que definen las teorías políticas que deben justificar la actuación de las Monarquías, al tiempo que eran apoyadas y sostenidas por las facciones cortesanas.+ información (ediciones Polifemo) =================================== COMPRAR EN POLIFEMO =================================== -
Questo volume tratta delle cacce reali: una tipologia particolare di caccia, regolata da cerimoniali intrinsecamente legati alla società di corte d'antico regime. In un lungo arco di storia, dall'alto Medioevo al Novecento, le cacce reali hanno rappresentato, infatti, una messa in scena del potere monarchico e dei rituali ad esso connessi. Col trascorrere dei secoli, le cacce reali divennero uno dei riti più celebri e celebrati delle corti di tutto il continente, una vera e propria art de la souveraineté, come hanno mostrato gli studi di Philippe Salvadori. I sovrani e principi europei seppero usare anche politicamente la pratica delle cacce reali: esse ebbero, infatti, un ruolo importante nella definizione e nel consolidamento dello Stato moderno. E ciò in forme che furono le stesse per sovrani sia cattolici sia protestanti. Le grande dinastie imposero il proprio dominio anche ridisegnandolo il territorio con splendide residenze di caccia, circondate di boschi di propria esclusiva pertinenza, e servite da un apposito sistema di strade reali. Ciò aiuta a capire perché diverse di tali residenze siano poi divenute regge emblematiche non solo delle corti degli stati monarchici, ma dello stesso progetto assolutista. Índice
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La consecución de una moralidad independiente y sin afectos teológicos durante el reformismo borbónico, secularizó la conciencia que irrumpió en lo social y lo gubernativo, dando paso a las revoluciones liberales de finales del siglo XVIII, las cuales consideraron la política desde la razón influida por la República de las Letras. No obstante, los conflictos ideológicos y violentos son los que han ocupado la atención de la historiografía, dejando de lado la revolución silenciosa orquestada en el seno del sistema político de las monarquías europeas, esto es, el sistema de corte. En el transcurrir del largo siglo XVIII se produjo una despersonalización del servicio a la Monarquía, institucionalizando su administración, a pesar de su preponderancia a inicios de la Revolución Francesa y, posteriormente, durante el siglo XIX, que para Tocqueville en 1856 todavía identificaba el poder real con la corte. El monarca comenzó a manifestarse como jefe, que no ya como amo; el gobierno de la nación abandonó su papel de soberano para alcanzar el de tutor de la sociedad. Desde nuestra perspectiva, dicha Krísis la entendemos en el sentido puramente aristotélico, es decir, como cambio y movimiento –metábole–, en un momento concreto que determina la conclusión de diversos acontecimientos de un sistema y que ocasiona una nueva ordenación de la comunidad cívica, conocida en el mundo científico como “revolución”. Las diferentes estructuras cortesanas que conformaban los fundamentos de gobierno del reino de España fueron transformando su composición en función de la nueva realidad política, por la que el sistema de casas y sitios reales resultaron insostenibles ante la nueva realidad política desde mediados del siglo XVII.
Índice e Introducción Enlace a la editorial