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    Rubén González Cuerva y Alexander Koller (eds.)

    Brill, Agosto 2017

    Varios miembros del Instituto Universitario "La Corte en Europa" participan en esta nueva obra, publicada por Brill y editada por Rubén González Cuerva y Alexander Koller, investigadores de referencia del IULCE. A Europe of Courts, a Europe of Factions ofrece un análisis de los grupos políticos de las Cortes europeas más representativas de los siglos XVI y XVII, análisis que, más allá del estudio de caso, consigue presentar la primera panorámica comparativa del fenómeno del faccionalismo cortesano.

    Índice

    Photography of a Ghost: Factions in Early Modern Courts Rubén González Cuerva and Alexander Koller LONDON Redefining Faction at the Tudor Court Janet Dickinson PARIS Faction, alliance and Political Action in Early Modern France: The Dilemma of Antoine de Bourbon King of Navarre in 1559–1562 David Potter ROME International Politics, Factions and Parties in the Roman Curia During the Late 16th Century Maria Antonietta Visceglia ISTANBUL Meritocracy, Factionalism and Ottoman Grand Admirals in the Context of Mediterranean Politics Evrim Türkçelik MADRID Factions and Political Groups at Philip II’s Court: Albists vs Ebolists José Martínez Millán VIENNA/PRAGUE The Dynastic Network between the Imperial and the Spanish Courts (1556–1619) Rubén González Cuerva and Pavel Marek BRUSSELS Hawks, Doves and Magpies: The Business of Faction at the Court of the Archdukes Luc Duerloo VENICE Giovani and vecchi: The Factionary Spirit in 16th and 17th Centuries Patrician Venice between Myth and Reality Stefano Andretta NANCY Court Faction Overwhelmed by Circumstance: The Duchy of Lorraine Torn between Bourbon and Habsburg, 1624–1737 Jonathan Spangler TURIN Delineating Early Modern Factions: A Unique 17th Century Document Toby Osborne

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    La Monarquía española consolidó su organización política y sus estructuras de gobierno durante el siglo XVI. Al mediar la centuria, cuando Felipe II accedió al trono, la Monarquía se describía como una entidad política plural, un conglomerado de reinos articulados políticamente, pero independientes los unos de los otros; los reinos de Aragón, Cerdeña, Mallorca, Nápoles, Navarra, Perú, Nueva España, Portugal, Sicilia y Valencia, así como el principado de Cataluña, fueron gobernados por virreyes. Aquellos que cumplían la función del rey en el lugar del rey permitiendo la ficción de que cada territorio seguía conservando a su propio soberano sin ser gobernados desde el extranjero. En esta categoría podrían añadirse, además, a los gobernadores de Milán y de los Países Bajos que actuaban como vice duques y no disponían del cargo de virreyes por no gobernar reinos. Todos ellos eran alter ego, otro yo, del soberano y gobernaban los territorios en su nombre. Duplicar la persona del rey puede ser una forma original de salvar las dificultades que plantea la distancia, pero, en un conjunto de territorios que no tenían más identidad común que la de tener un mismo soberano y profesar la misma confesión, el gobierno de lugares tan distantes debía articularse y coordinarse para evitar la quiebra del sistema. En esta obra veremos las distintas formas con que el factor distancia alteró, determinó o dificultó la gobernabilidad de tan extenso imperio y cómo fue concluyente para su construcción y también para su decadencia y liquidación en la Crisis del Antiguo Régimen. pdfÍndice e Introducción
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    ¿Decadencia o Reconfiguración? Las Monarquías de España y Portugal en el cambio de siglo (1640-1724)

    A lo largo de los años del cambio de siglo la Monarquía hispana se encontró en una encrucijada: o bien seguir la política hispana de Felipe II (Monarchia Universalis), o asumir los dictados de Roma y subordinarse a su jurisdicción. Felipe III optó por esta segunda opción y el papado le concedió el sobrenombre de “Monarquía Católica”. A partir de entonces, los principios sobre los que la Monarquía hispano-portuguesa proyectó su política y estableció su cultura estuvieron basados en el universalismo de la confesión católica dictados por Roma. Los tratadistas políticos se vieron obligados a reformular una teoría política que defendiera y justificara la subordinación del poder de la Monarquía a Roma, al mismo tiempo que las nuevas Órdenes religiosas “descalzas” catequizaban a la sociedad en una espiritualidad que dependía directamente de Roma. Muy pronto, se demostró que el seguimiento de esta política resultaba contradictorio y perjudicial para el sostenimiento e institucionalización de la Monarquía. El mantenimiento económico de la política católica recayó en la Monarquía (preferentemente en Castilla), que no encontró más recursos que el establecimiento de impuestos y el ahorro en la concesión de mercedes y gratificaciones a sus súbditos. Desde este punto de vista, la llamada decadencia de la Monarquía Católica -durante el reinado de Felipe IV- se caracterizó por una serie de contradicciones. Por lo que respecta a la Monarquía portuguesa también se le planteó un nuevo reto tras la independencia obtenida en la misma época. Los Braganza necesitaban una reconfiguración de su Monarquía para poder subsistir con independencia. icon-32-pdfÍndice Enlace a Polifemo

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